Contratar certificación no manipulación de vídeos
Pocas pruebas pueden resultar más concluyentes que un vídeo. A fin de cuentas, en ellos puede observarse claramente el curso de los acontecimientos. Y, en el caso de los delitos, puede verse a la persona en cuestión realizar o no realizar dichas acciones. Son contenidos que pueden marcar la diferencia.
Sin embargo, y como ocurre con cualquier otro contenido digital, los vídeos pueden manipularse a través de herramientas de edición. Y no hace falta ser un crack de la informática. En realidad, un sencillo programa de cortes resulta suficiente para alterar el relato de un vídeo. Es un riesgo que siempr está ahí.