Los Peritos informaticos Madrid como muchos otros profesionales, observamos como el ciberacoso o ciberbullying, crece cada vez entre los menores y el entorno escolar. Existen más casos relacionado con este delito, que consiste en hostigar, humillar, dañar, ridiculizar a una persona por medio de la informática, la electrónica y medios de comunicación.
Ciberacoso, víctimas y daños graves en el futuro
Las víctimas del ciberacoso, se ven envueltas en un ambiente hostil y asfixiante. Siempre ha habido acoso escolar pero el problema de ahora, es que se desarrolla también dentro de la intimidad de la casa del menor acosado. La forma de meterse en esa intimidad, es por medio de las redes sociales, los blogs, la web, los mensajes tanto al móvil como al correo electrónico de la víctima, lo que hace que no pueda “escaparse” de ese entorno o realidad que le hace daño.
Los acosadores no dejan tregua a su víctima y se puede observar en algunos casos, como las humillaciones y vejaciones se multiplican con mensajes que a veces, implica frases tan duras como. “Suicidate de una vez”, “No sirves para nada”, “Te vas a enterar mañana”, “Das asco”, “Voy acabar con tu vida”… La característica del ciberacoso o ciberbuylling, es que se da la condición que tanto el o los acosadores y la víctima, son de la misma edad o entorno; es decir, entre iguales, entre menores.
El Código Penal: Frenando el acoso en las aulas y en internet
En España, no existe un Código específico, que regule los delitos propiamente informáticos. Pero esto no quiere decir, ni mucho y menos, que queden impunes en la jurisprudencia española. Los investigadores de Madrid como muchos otros profesionales, observamos como el ciberacoso o ciberbullying, crece. Y cada vez, más entre los menores de edad muy temprana y en el entorno escolar.
Los legisladores se basan en delitos de características similares y que si están, tipificados en el Código Penal. Un ejemplo serian, que ante las calumnias e injurias que se viertan en un contenido o medio informático o electrónico(ordenadores, móviles…). O como un foro, blogs o mensajes sobre una víctima, se basarán las condenas en los artículos 205 al 216 de Código Penal. De esta forma, se supla ese vacío legal del derecho de delitos informáticos. Desde el punto de vista criminológico, se está viendo como la víctima del ciberacoso, se queda completamente sola ante esta situación. Ni si quiera la administración, a veces, apoya a esa víctima; resolviendo el problema con un traslado del menor acosado. Como si fuera él o ella, el catalizador del suceso.
Acosadores en el ciberacoso. Falta de empatía. Testigos silenciosos
Lo que agrava aún más el problema, creando en la víctima un aumento de inseguridad. Sentimientos de inferioridad, ansiedad, depresión, estrés, temores, ideas de suicidio, trastorno del sueño, irritabilidad, frustración, ira… En resumidas cuentas, graves consecuencias que pueden desembocar en trastornos de la personalidad. El ciberacosador aunque sea un menor, en la mayoría de ellos, carece de empatía. Y eso es fundamental para formarse como personas adultas, civilizadas y sin dañar en el futuro a sus iguales.
La empatía es la característica principal entre los ciudadanos normales, es lo que forma una sociedad sana, que lucha por leyes justas. Y no agreden por estímulos primarios o por situaciones estresantes; todo lo contrario de los psicópatas. Un acosador es un depredador cuyo objetivo es hacer todo el mal a otro semejante. Por el puro placer de sentirse superior, de poder controlar y manipular la situación. Escondiendo las inseguridades y los trastornos de la personalidad que pueda tener.
Menores acosadores y de mayores pueden llegar a tener personalidades peligrosas
No debemos olvidar, que los psicópatas que nos han dado la historia de la criminología, son seres que saben lo que hacen. Pero que en sus edades más tempranas, empezaron a desarrollar fantasías y situaciones. Donde su ira, enfado, inseguridad, frustración…,las arrojaban a otros congéneres o maltratando animales. Estos menores acosadores, disfrutan acosando y acorralando a su víctima. Se recrean en el sufrimiento del prójimo y no reconocen sus errores. Para su mente, la víctima es la única culpable porque es débil, porque no se deja arrastrar por ellos.
No todos lo psicópatas matan a lo largo de su vida, solo es un tanto por ciento muy pequeño; pero no hace falta matar para ser psicópata. El anonimato de las redes sociales, les hace sentirse más fuertes, y para ello, crean perfiles diferentes. Esto hace que se vea una clara intencionalidad y a la vez, una forma de “tapar” sus conductas, cara a sus superiores como padres, profesores o ante la ley propia.
Ley de silencio: testigos mudos que no dicen nada pero graban todo
Saben que están haciendo mal, pero continúan sin tregua el ciberacoso. No quieren parar ni piensan hacerlo. Otro problema que observamos, tanto profesionales de las leyes, como psicólogos, criminólogos, peritos informáticos, detectives privados, sociólogos…es que existen una ley del silencio que agrava aún más el ciberacoso. Los testigos, no manifiestan una oposición clara ante estos hechos. A veces, se limitan a mirar o incluso, graban el suceso con sus teléfonos móviles y luego intercambian estos videos para divertirse o para hablar de lo sucedido.
Todo esto, hace meditar ante qué sociedad vamos a crear en el futuro. Donde parece que la impunidad de los acosadores con el ciberacoso, está ganado la batalla ante la justicia. La ley es contundente al respecto, si un menor intercambia un archivo sobre un video donde se ve claramente, un ciberacoso o ciberbuylling. Ese menor será acusado de delitos contra la imagen de la persona, el honor y la intimidad. Del mismo modo que al transferir datos a otros usuarios, quebranta más la ley. Da igual si es conocedor de sus derechos, debe asumir sus responsabilidades.
Todavía nos falta mucho camino para acabar con el ciberacoso
Falta mucho camino para poder conseguir medidas que protejan a la víctima y prevenir este problema que está causando tanto daño a muchos menores de nuestra sociedad. El ciberacoso es tan grave como cualquier otro delito y más, por las secuelas que pueden crear en el futuro. A la vez, que si no se castiga el comportamiento de los acosadores, crearemos adultos que utilizaran la manipulación, la violencia y la humillación hacia los demás, para sentirse satisfechos de ellos mismos.
El ciberacoso o ciberbuylling han crecido y cada año hay más víctimas entre nuestros menores y adolescentes. Poco a poco están saliendo a la luz más casos, de los cuales la sociedad se esta dando cuenta del riesgo que esto supone. La invisibilidad de esta problemática se va disipando aunque todavía no existen factores claros para erradicarla. Y es ahí donde se necesita tener herramientas que sean eficaces. Por ahora, las medidas que se están tomando son insuficientes. Dejando muy claro que el camino para acabar con este acoso, ni siquiera se esta empezando a abordar como se debería.