Problemas con las PDA de correos, Pericial Caligráfica. Contratación publica y control de calidad deficitario.
Correos es una empresa de estatal de mensajería, personalmente me gusta como funciona y su calidad y precio es buena. El personal que trabaja es exquisito y el trato que me han dado es magnífico.
Por este excelente servicio, me duele como usuario de la Real Casa de Correos, los medios con los que están trabajando en concreto la PDA. El aparato lo utilizan para la recepción y el envió de correos, entregando los paquetes a los clientes.
Rara es la persona que no ha recibido un paquete de correos. El protocolo en los paquetes certificados se solicita el DNI del receptor, para a continuación realizar una firma. Este sistema sirve para identificar que efectivamente se ha recibido el paquete ; la firma es la forma en la que se recoge una evidencia de la recepción del paquete.
Se habrán dado cuenta el problema que tiene la firma, principalmente que la PDA no recoge bien la firma. Dicha firma es un testimonio que la caligrafía puede demostrar que se ha recibido el paquete y se puede contrastar con la firma de, por ejemplo, el DNI.
Problemas con la verificación de firma
Principalmente, las PDA recogen mal en su pantalla el trazado de la firma, y deberían tener un utensilio (lápiz digital que los mensajeros de correos no tienen) con el que facilitar la firma, por lo que el receptor del paquete ha de firmar con el dedo. No se puede comparar el trazo de una mano con un lápiz que un intento de firmar con un dedo.
La firma que se recoge no tiene la calidad ni el trazo que hace la mano no se puede utilizar para contrastar y verificar la recepción del paquete. No hay que explicar las connotaciones legales y de verificación de firma que puede suponer para un perito caligráfico contrastar dichas firmas. Nuestra compañera, Dña. Olga Yabar Álaba, Perito en Caligrafía y letrada se ha tenido que enfrentar a esta problemática. Las conclusiones del trabajo es que no se pueden comparar, y no se puede llegar a una conclusión que resuelva el problema.
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En las firmas digitalizadas por una pantalla, no se puede analizar el elemento de presión, pero si que se pueden llegar a comparar. Otro de los problemas, es que cuando se firma en un papel puedes salirte del área de la firma, en una PDA no.
Por tanto, si que se pueden contrastar dos firmas, una digital y otra física, pero el problema en las PDA de correos es la recogida de la firma y la calidad de la pantalla. Al utilizar dicho servicio, mi sensación personal es que casi que es mejor firmar con una “X” como hacían los analfabetos que intentar firmar con el dedo.
Existe un protocolo y los empleados de correos lo siguen, pero el salto tecnológico que hace que el trabajo sea más eficiente ha sido dado parcialmente, y en cuanto a la recepción del requisito de la firma ha fallado a nivel técnico.
¿Cuál es el problema de origen de las PDA?
Las PDA de correos llevan unos años funcionando, han sido facilitadas por medio de contratación pública, con una serie de requisitos que se han de cumplir. Aparte del coste unitario de las PDA, tienen un mantenimiento que les lleva la empresa suministradora.
Obviamente, dicha contrata y el servicio de calidad no se han llevado correctamente. Dado que un requisito esencial, como es la verificación de recogida del paquete y la firma no está cumpliendo los objetivos. Por lo tanto, hay alguien que no ha hecho su trabajo y la empresa ha cobrado por unos fondos que son públicos por un servicio que no está cumpliendo los requisitos mínimos. Llevamos años así y parece que nada ha cambiado.
Este es un ejemplo de algo que sabemos que se ha hecho mal, que no funciona y que por inercia se sigue haciendo. Lo saben los propios repartidores de Correos y sus clientes. La pregunta es porque no se ha corregido y quien se hará responsable.
Fuentes: Ilustraciónes sacadas de: http://www.correos.plateroeditorial.com/images/archivos/muestra_temario_correos_platero_editorial.pdf
Se ha pedido a Transparencia la documentación pertinente para completar este artículo, en cuanto se reciban se hará una segunda parte.
