Actualmente, las tecnologías se han convertido en una gran herramienta para los ciberdelincuentes y los ciberterroristas; por este motivo en Detectives Madrid, queremos explicarles en qué consisten estos dos delitos.
La ciberdelincuencia y los grupos terroristas, reinventándose
Muchos confunden a estos dos grupos y a veces, los meten en el mismo saco. Aunque los dos tiene el mismo objetivo, que es conseguir sus objetivos de una forma ilegal, tienen características muy diferentes.
También sucede con otro gran grupo que son los cibercriminales, los cuales algunos autores les denominan en paralelo con los ciberdelincuentes. La palabra delito, tiene su equivalente en el crimen; de ahí la confusión.
Pero en la realidad estas dos figuras tienen en su diferencias los delitos que conllevan y efectúan; mientras los ciberdelincuentes hacen delitos de actividades genéricas y menos graves, los cibercriminales, realizan crímenes o delitos más graves y tienen que ver con acciones voluntarias de matar o herir a una persona o varias.
Y es aquí donde podemos incluir a los terroristas en este grupo; en el cibercrimen o como ahora en algunas editoriales de prensa escrita o radiofónica, se les empieza a denominar: Ciberterrorismo.
Los terroristas de ahora y para ello, existe un claro ejemplo, con el grupo de terrorismo islam ISIS (Daesh), los cuales han visto en internet una plataforma de propagación sobre sus ideas, que está haciendo furor en muchos ciudadanos de este planeta.
Utiliza la tecnología no solo para difundir sus videos, donde se ve como asesinan de una forma fría a los que ellos llaman, los enemigos del islam; sino que hacen delitos graves como la coacción, intimidación o la captura de nuevos integrantes para su formación.
Como vemos, el ciberterrorismo o cibercriminales, van mucho más allá de lo que realizan los ciberdelincuentes, que son aquellos que realizan delitos menores como estafas, robos…
No solo los terroristas usan internet como una red de pescadores, para atrapar a ciudadanos, sino que le sirve como una acción propagandística muy activa. Cuelgan videos, que han sido creados como si se tratasen de videojuegos.
En ellos, se ven a sus soldados luchando en una guerra y como triunfan ante los adversarios. Incluso, añaden música ambiental para hacer mas efectivo este lavado de cerebro.
Pero ahí no queda la cosa, y este mismo grupo terrorista, también lanzan ataques informáticos, contra cualquier sistema de seguridad que no tengan un nivel de protección alto.
Se sabe que algunos simpatizantes de Daesh, ataco con un virus llamado «defacement» a varias webs, cambiando sus apariencias y colgando mensajes de reivindicaciones sobre sus ideas.
Otra diferencia entre el cibercrimen y el ciberdelito, son los ataques informáticos y la pornográfica infantil. En la mayoría de los casos, los cibercriminales están formados bajo una organización criminal, en cambio los ciberdelincuentes, puede formar un grupo o realizar sus delitos de una forma individual.
La ciberdelincuencia y los delitos que se realizan
Los delitos que más se pueden ver en este grupo de la Ciberdelincuencia son aquellos delitos denominados tradicionales como los fraudes informáticos, robos de información y datos, falsificación o suplantación de la identidad, malversación de caudales públicos…
Los ordenadores y las redes son utilizados por la ciberdelincuencia y son atreves de ellos, como consiguen sus objetivos. Pero con el desarrollo de la tecnología, la programación y la web, estos delitos informáticos se han desarrollado muy rápido y se han convertido en ataques muy sofisticados.
La Organización de Naciones Unidas ha señalado varios tipos de delitos informáticos, relacionados con la ciberdelincuencia:
En el primer grupo nos encontramos a los pertenecientes sobre el fraude cometido con la manipulación de ordenadores, seguido de este grupo, vemos los que se refieren a otra manipulación, mediante redes, dispositivos u ordenadores, que son de datos de entrada y por último, se encuentran los daños o modificaciones de programas o datos computarizados.
Muchos de los llamados delitos que engloban la ciberdelincuencia, están los llamados delitos de cuello blanco. Termino usado por primera vez en el año 1943, cuando el criminólogo estadounidense, Edwin Sutherland, lo utilizo.
Para ello se requiere ciertos requisitos como que el sujeto activo, es decir el delincuente, sea una persona con cierto estatus socio-económico y de conocimientos sobre la programación de sistemas informáticos.
El sujeto pasivo, la victima puede ser desde cualquier ciudadano hasta instituciones, organismos estatales o gubernamentales, entidades bancarias…
Dentro de los delitos de estafa informática, nos encontramos con el phishing, que es el robo de obtención de datos confidenciales, después esta las ofertas fraudulentas de trabajo, cuyas cifras aumentan en tiempo de crisis…
En España los delitos informáticos, que previenen tanto la ciberdelincuencia como el cibercrimen o el ciberterrorismo, están sujetos la Código Penal. Las sanciones están recogidas en la Ley Orgánica 10/1995.
Muchos ciudadanos son víctimas de estos delitos, y a veces, no pueden hacer nada porque no saben dónde dirigirse o que hacer. otras veces, porque necesitan la obtención de pruebas para demostrar la existencia de una actividad como la ciberdelincuencia.
Por este motivo, muchas agencias de detectives privados, han decidido ofertar servicios de informática forense, donde sus peritos judiciales informáticos, pueden ayudar a obtener dichas evidencias digitales y así; ponerlas ante las autoridades para que sean juzgadas.
Si usted o algún allegado, están siendo objeto de algún delito como un acoso informático, calumnias y vejaciones por la web, sospecha de robo de información o que alguien ha podido intervenirle su ordenador como algún que otro dispositivo; acuda a profesionales que le puedan a ayudar a conseguir pruebas y a blindar sus sistemas informáticos, para que en un futuro nadie pueda hacer otro ataque similar.
