En Detectives Privados Madrid, sabemos que el derecho informático y la jurisprudencia, es lo que da forma a las actuaciones en la informática forense. Por ese motivo, vamos a explicar un poco el conjunto de principios jurídicos que conforman esta ciencia.
El Derecho informático forense y tecnológico
Como muchos saben, el derecho tiene una capacidad de adaptación que perdura a través de los siglos. Gracias a esto, puede afrontar cualquier reto que se le ponga en su camino; de ahí que pueda regular hasta una rama tan nueva, como la informática forense.
Con el surgir de la cibernética, que conforma todas las disciplinas de esta tecnología nueva, el derecho tuvo que mirar hacia ella, para poder disponer de una serie de artículos, por los cuales se regiría una normativa, una doctrina, una jurisprudencia y unas leyes.
De esta forma se formaría el derecho informático forense o como otros les llaman o denominan, derecho tecnológico. Era necesario una pronta respuesta, porque como en todo en esta vida, si aparece algo nuevo a su vez, aparecerá su lado oscuro.
Comenzaba la época de los delitos informáticos, por eso se necesitaba una respuesta rápida y contundente. Pero al principio, algunas cuestiones se debían plantear con los códigos de derecho que se manejaban en cada país.
La visión de hacer una fuente de derecho, que controlase y rigiese este nuevo resurgir, hizo que muchos expertos y juristas empezasen a mirar a la tecnología o a la informática forense, como una ciencia que se debía reglar y que podía ayudarles a resolver, cara a tribunales y planteamientos de investigación, como una aliada del derecho.
Naciendo así el papel del informático forense o perito informático.
El derecho informático, fue nombrado por primera vez, por el profesor Willhelm Steinmüller, en el año 1970 desde su universidad de Ratisbona en Alemania. Más tarde hubo otros términos para designar la regulación de esta nueva tecnología, como Derecho Telemático, de las nuevas tecnologías, de la sociedad de la información, Juscibernética, de internet…
Lo que está claro, que muchas de las áreas de nuestro derecho o de cualquier país, se han visto influidas y afectadas por esta nueva disciplina de ciencia de la informática forense.
Han cambiado los procesos sociales y al mismo tiempo, los procesos jurídicos y políticos de muchos países. Podíamos hasta añadir que nos ha cambiado nuestro estilo de vida.
Y es verdad, con estas nuevas tecnologías nuestros hábitos y la forma de comunicarnos entre nosotros, han cambiado por completo. Las cartas se han ido desvaneciéndose con el paso de los años, para dejar paso a los correos electrónicos.
Ya no apilamos folios y hojas en nuestros despachos u hogares; ahora nuestros dispositivos electrónicos o informáticos, guardan nuestros documentos y archivos mas importantes.
Los delitos también se han visto envueltos en esta ciencia nueva; los estafadores han visto que es más sencillo y a la vez, rápido y cómodo para hacer sus estafas. Llegan a más gente, lo que supone conseguir más dinero.
Lo mismo ocurre con los métodos de espionaje; adentrarse en un ordenador y descubrir los proyectos o estrategias del rival o competidor más directo del mismo sector o arruinar todo un trabajo de meses, ya se puede hacer desde el exterior de la empresa y a tan solo unos clics del ratón.
Los pederastas se esconden detrás de sus pantalla, a la espera de cazar a una nueva víctima; están en sus casas a salvo de miradas indiscretas que puedan socorrer a sus objetivos. Se intercambian miles y millones de fotografías y videos de menores. Y sus «compañeros» de intercambio, pueden estar a kilómetros de donde ellos viven.
Por eso, era necesario una regulación y todavía, a día de hoy, se debe hacer más para conseguir un código especifico de esta ciencia. En muchos países ante un delito de características informáticas, algunos legisladores y sobre todo, juristas, se tienen que basar en sus sentencias y decisiones judiciales, con lo que tienen; con el código civil, penal, con el Enjuiciamiento criminal…
El derecho de la informática forense
El Derecho Informático, es un conjunto de normas objetivas que deben mediar ante actos delictivos o actos y hechos, que nacen del uso de la tecnología informática. Pero todavía nos falta mucho camino por recorrer y cada año, parecen nuevas disciplinas dentro de esta ciencia; lo que significa que este derecho debe todavía que madurar.
Aunque ha habido grandes avances y podemos decir, que dentro de nuestra jurisprudencia muchos códigos ya pueden responder a cualquier cuestión jurídica, como en el penal o en el civil, donde se han añadido nuevos artículos que se refieren al derecho informático, todavía nos falta parte por hacer.
La informática forense ha entrado en nuestras vidas, como una respuesta para poder ayudar y hacer comprender, términos que muchos ciudadanos desconocen como los juristas.
Se supone que un juez debe saber de todo para así poder juzgar; no obstante, no significa que sea experto en todas las materias, para eso nació la figura de los peritos con sus pericias judiciales.
Los peritos son los expertos en una materia especifica, y son ellos los que pueden esclarecer la metodología y los hechos que se van a juzgar. Gracias a estos profesionales, se pueden demostrar con pruebas o evidencias digitales, cualquier acto delictivo o hecho juzgable.
Se garantiza así, que cualquier ciudadano pueda solicitar una respuesta jurídica, ante un hecho que se ha visto envuelto y a su vez, que una persona acusada se pueda defender demostrando con pruebas que no fue el responsable.
Y todo esto, con los procedimientos que nos han dado la Ley, para poder evidenciar, que todo lo que hacemos los peritos judiciales, se hace desde el respeto hacia al derecho y con unas garantías legales.
